Siguiendo con el taller de investigación sobre el género, esta semana hemos presentado nuestros artefactos, en los que llevamos trabajando varias semanas.
Para su realización hemos hecho uso del “Makey Makey”, una placa similar al mando de una videoconsola que simula ser un teclado o ratón, lo que permite enviar órdenes al ordenador al que se encuentra conectado.
¿Cómo funciona? Muy sencillo, únicamente hay que conectarlo a un puerto usb y poner en contacto las pinzas de las que dispone a cualquier material que transmita un mínimo de electricidad.
Sin embargo, la complejidad de éste, se haya en el diseño y programación de la actividad, pues se necesita de mucha imaginación y creatividad. No obstante, existe un programa llamado Scratch , que permite acceder a multitud de actividades y moldearlas a tu gusto, y a los conocimientos e ideas que quieras transmitir.
El proceso de elaboración fue bastante frustrante. Al inicio, nuestro equipo estuvo muy bloqueado; a pesar de tener infinidad de ideas en relación al género y a la educación infantil, no sabíamos cómo trasladarlas al Scratch. En las últimas sesiones se nos encendió la bombilla y comenzamos a confeccionar nuestro proyecto.
El juego estaba inspirado en el famoso “Blocks Breaker”, del que seguramente habréis oído hablar alguna vez. Por si Acaso, os adjunto una foto:
Como podéis ver, el objetivo del mismo era derribar mediante la pelota los distintos bloques, con los que quisimos representar los diferentes obstáculos a los que se debe enfrentar una mujer en la sociedad: machismo, patriarcado, brecha salarial, etc. Para ello tenían que usar determinadas partes del cuerpo, especialmente las manos, la nariz y los pies.
Posteriormente, y con el apoyo de un dibujo, elaboramos un discurso.
Decidimos hacer un cuerpo con un rostro desfigurado, rescatando el cubismo de Picasso, para mostrar que podía ser una mujer, un hombre o lo que nosotros quisiéramos. Cada una de las partes que lo conformaba no estaban puestas al azar, sino que tenían un significado especial. Empezando desde abajo teníamos:
- Los engranajes: representaban que todo lo que había plasmado en el dibujo estaba unido.
- Las cadenas: Las cadenas nos impiden avanzar. Debemos romper con todo aquello impuesto por la sociedad a través de la fuerza de la educación, es decir, terminar con el patriarcado, los prejuicios, la discriminación, el rechazo, etc. Cuando conseguimos la fuerza necesaria y rompemos con todo lo que nos ata, logramos ser felices, libres y dejar atrás la esclavitud y la desesperación que generan.
- El símbolo del género: lo considerado masculino y femenino es una construcción social. La sociedad limita a los hombres a expresar su feminidad, y esto les impide mostrarse como verdaderos humanos, convirtiéndolo en el equivalente de su cuerpo. A las mujeres, por su parte, se les considera más un ser emocional, que debe limitarse al cuidado y al bienestar físico y afectivo, restringiéndoles la manifestación de todas sus capacidades.
- Bandera LBTQ: la identidad es lo que tú sientes, no viene determinado por los órganos sexuales. Asimismo, la orientación sexual no está marcada por el sexo con el que nacemos y deberíamos poder tener la libertad de elegir de quien nos enamoramos y quién queremos ser, sin preocuparnos de lo que piense nuestro alrededor. El amor no tiene edad, sexo ni género. Además, debemos transmitir esta idea desde edades tempranas, para que este colectivo no sufra ningún tipo de discriminación.
- Piezas de puzzle: somos un conjunto de todo lo que nos rodea (emociones, personas, vivencias, educación recibida). Sin todas ellas no podríamos llegar a ser lo que somos hoy en día. A su vez, si se nos educa a todos igual, sin tener en cuenta que cada uno tiene sus propias características, podríamos estar ocultando nuestra identidad simplemente por ser aceptado socialmente.
- Los órganos y hueso: todos por dentro somos iguales, pero somos nosotros y los prejuicios los que hacemos que no nos veamos de la misma manera. Somos personas de carne y hueso, pero existen ocasiones en las que tenemos que mostrarnos como si fuésemos de hierro.Muchas veces no podemos mostrarnos como somos, porque así dejamos al descubierto nuestras “debilidades” y la presión cultural ejercida por la sociedad puede utilizarlas para atacarnos y producirnos heridas difíciles de sanar. Por eso hemos querido representar una cicatriz curada porque debemos visibilizar las cicatrices como símbolo de fortaleza, ya que es parte de nuestra vida.
- El dinero: representa la brecha salarial, en la que las mujeres ganan menos que los hombres, a pesar de realizar el mismo trabajo y esfuerzo.
- Mariposa: está relacionada con la película de Laurence Anyways. Es el símbolo de la transformación y representa los cambios y la evolución que experimentó el protagonista, hasta llegar a ser quien quería ser realmente.
- Las alas: representan la libertad que nos brinda la ruptura de las cadenas, la transformación de la mariposa y la cura de las heridas.
- Venda en los ojos: la relacionamos con la estatua de la dama de la justicia, de la cual rescatamos la balanza de la equidad y el reparto justo; que todos tengamos el mismo sueldo, las mismas oportunidades, los mismos derechos, etc. Por otro lado, La venda en los ojos representa que la justicia es imparcial en sus decisiones, que es igual para todos, estamos atrapados en los prejuicios y que nos impide ver más allá. Por eso tendríamos que liberarnos de ella.
- Pendrive en el cerebro: representa la tecnología, con la que convivimos actualmente y la podemos utilizar a nuestro favor para enseñar a los niños y niñas a analizar la cultura visual que se les transmite y a ser críticos con ella. Debemos enseñar al alumnado a hacer un uso responsable de la tecnología.
El día de la presentación fue muy divertido, pudimos ver como nuestro artefacto gustó y los compañeros y compañeras se implicaron y quisieron probarlo.
Los demás grupos también realizaron grandes proyectos, a través de los cuáles nos percatamos de los prejuicios que hay en la sociedad respecto a los docentes hombres. A continuación os muestro algunas fotos de la sesión.
Personalmente, estas tipo de clases son las que más me gustan, ya que se salen de lo convencional y nos permiten echar a volar nuestra imaginación, además de pasar un gran rato.
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