viernes, 27 de abril de 2018

LA IMPORTANCIA DE LA PRIVACIDAD

En esta entrada hablaré sobre un video visualizado en clase, titulado “Why privacity matters?”, relacionado con la temática trabajada en el taller sobre la vigilancia.


Glenn Greenwald comparte con nosotros pensamientos e ideas que nos conducen a reflexionar acerca de la exposición y falta de intimidad a la que estamos sometidos. Nos comenta que la extinción parcial de la privacidad es una realidad y que nos afecta o salpica a todos y a todas de una manera u otra.

Describe un mundo y entorno en el que con la excusa de la modernidad y la globalización, nuestras vidas son condenadas a ser un escaparate. Sufriendo vez tras vez la violación de la intimidad, lo suficiente como para que los instrumentos tecnológicos y los intereses económicos que hay detrás se anticipen a nuestros deseos materiales.

Se nos habla de que no somos libres, de que sufrimos una vigilancia adicional e injusta que nos sigue estemos donde estemos. Siendo objetos de constantes actitudes intrusivas que hacen de nuestros datos personales una información lista para la compra-venta o destino publicitario masivo. Somos un número, un objetivo o blanco del poder capital con el único fin de saciar su hambre lúdico.

Por lo tanto, se nos invita a ser conscientes del peligro que tiene el ser un sujeto más de este vil sistema, tomando conciencia de la situación y posicionándonos en contra de un modus operandi perverso y parasitorio. La idea de panóptico recogida en asignaturas de cursos anteriores se materializa a diario cuando se pisotea y mutila nuestra privacidad, así que no queda otra que plantarse y denunciar esta índole de abusos.

El conformismo solo nos extinguirá, se nos está robando silenciosa y paulatinamente, pero no parece importarnos. Somos dóciles ante injusticias que debilitan nuestra intimidad a pasos agigantados y no respondemos como ha de ser. Recibimos los golpes e incluso nos convertimos en cómplices, pues perdemos la guerra contra las redes sociales y cedemos por miedo a desentonar con el resto de iguales.

miércoles, 25 de abril de 2018

VIDA ON/OFF LINE + LA ILUSIÓN DE UNA VIDA SIN INTERNET

Esta semana hemos dado comienzo a un nuevo taller sobre la ciudadanía digital. El profesor nos ha suscitado a pensar en situaciones en las que estemos on-line y en las que estemos off-line; es decir, en qué momentos estamos conectados a la red y en cuáles no.

A medida que avanza el tiempo, vemos también cómo lo hace la tecnología, y la importancia que adquiere en nuestras vidas, pero ¿cómo influye ésta en la sociedad?.

Muchas veces, necesitamos desconectar de nuestro alrededor y evadirnos de la tecnología, a fin de poder reflexionar y tomarnos un tiempo para nosotras mismas. No obstante, ¿cuándo nos sentimos realmente desconectadas?

He de decir que de primeras, me vienen a la cabeza más situaciones de conexión que de desconexión, ya que la tecnología es un elemento indispensable en mi vida


ON-LINE




  • Móvil

Antes de acostarme y nada más levantarme, lo primero que hago es revisar el móvil y ver los mensajes que he recibido, me pongo al día con las redes sociales o veo el tiempo que va a hacer ese día. Mientras desayuno, accedo al periódico online y me informo sobre los acontecimientos ocurridos en la sociedad.

  • Plataformas de Google (Drive, Gmail…)

Las uso de manera habitual, sobretodo para hacer trabajos grupales, puesto que cada miembro de mi equipo vive en una ciudad diferente. Sería difícil concebir la vida universitaria sin el manejo de alguna de ellas.

  • Redes sociales

Utilizo Whatsapp para estar en constante comunicación con mi familia y amigos. Instagram y Facebook, son dos aplicaciones que las uso más por ocio, cuando estoy aburrida o no tengo nada que hacer, es lo primero que me entretiene. He de decir también, que cuando estoy estudiando, entre descanso y descanso, accedo a estas redes sociales para “cotillear” las publicaciones de mis seguidores.

  • Música

Estoy todo el día con la música puesta; cuando me maquillo, de camino a clase, cuando hago la comida/cena, a veces incluso cuando estoy estudiando. Esta la escucho de manera online, mediante aplicaciones como Spotify o Youtube.

  • Publicidad

Cada vez que salimos a la calle, estamos rodeadas de multitud de aparatos electrónicos: carteles luminosos en las tiendas de ropa,  pantallas informativas en las marquesinas de los autobuses, etc.

Todas estas situaciones me han hecho reflexionar sobre lo dependientes que somos de la tecnología, y de cómo de manera inconsciente o consciente, tengo unos hábitos que me hacen esclava en muchos momentos del día.


OFF-LINE





Para mí, el mayor momento de desconexión es cuando decido darme una ducha o un baño. Me permite descargar todo el estrés acumulado durante el día.





El momento de descanso sirve para reponer fuerzas, por lo que apago el móvil y me encuentro en situación off-line.





Amo la naturaleza, y siempre que puedo me escapo a pasear sola o con mi perro, en busca de la tranquilidad y la paz que me suscita.





Una de las reglas básicas cuando comemos en familia es dejar el móvil a un lado. Estos momentos nos sirven para conversar entre nosotros y disfrutar de nuestra compañía.

En definitiva, considero que las tecnologías están para darles un uso moderado y sabiendo dónde están los límites. Es decir, debería ser secundarias a las cosas que realmente tienen importancia.

Para finalizar, relacionaré esta entrada con el artículo “La ilusión de una vida sin Internet, escrito por Evgeny Morozov y publicado en el periódico 'El País', en febrero del 2017.

La noticia habla acerca de una ley que se ha puesto en vigor en diferentes países, y no es otra que el derecho a desconectar del trabajo. Parece lógico que debamos tener tiempo libre y situaciones off-line una vez terminada la jornada laboral, para estar con nuestra familia, pasear, leer, etc.

Sin embargo, parece ser que únicamente aquellas personas que poseen trabajos más prestigiosos pueden lograrlo; y las que tienen trabajos precarios han de estar atadas a las órdenes de sus jefes las 24 horas del día para garantizarse un puesto en la empresa.

Asimismo, se habla acerca del negocio en el que se ha convertido nuestro descanso, puesto que existen campamentos de desintoxicación a Internet,  o sesiones de relajación. Eso sí, el elevado desembolso que supone acceder a ellos, hace que no estén al alcance de todos y todas, solamente de los individuos con un nivel socioeconómico alto.

domingo, 22 de abril de 2018

PROGRAMA "CONECTADOS"

Esta semana ha dado comienzo a un nuevo taller, denominado “Ciudadanía digital”. La primera tarea a desempeñar, ha sido visionar un documental de Jordi Évole titulado “Conectados” y reflexionar sobre este. Si pincháis sobre la palabra "Conectados" podréis acceder a él.


Una vez más Jordi Évole comparte con nosotros el impacto que tienen las nuevas tecnologías en la vida cotidiana, Pues forman parte y son protagonistas de nuestra rutina permanentemente, convirtiéndose en el fondo y la forma de la mayoría de las acciones que llevamos a cabo en la sociedad. Es más, el tema es tan reiterativo que éste trabajo está empleando las nuevas tecnologías para hablar de las mismas, somos como adictos criticando nuestras propias adicciones.

No llegamos a ser hipócritas, pero sí que se crea un sentimiento de inutilidad y falta de compromiso, pues no hacemos frente de un modo efectivo al problema. Lo denunciamos, lo compartimos, lo distribuímos y hacemos alarde de ello, pero tras la evaluación del profesor y una calificación acorde a nuestras expectativas, volvemos a un modo de vivir en el que estamos pegados al móvil y sus múltiples funciones.

Es el siglo veintiuno, es la norma, la pauta y la medida de todas las cosas, lo que empuja a que una sociedad atropellada por la tecnología escoja a expertos (que no dejan de ser adictos a ella) para tratar a pacientes que sufren la adicción de un modo más severo o extremo. Tal y como recogemos en el vídeo del periodista español, “hasta el punto de no despegarse de ella…”.

Todo ello nos deja un futuro poco esperanzador para la resolución de problemas de este tipo, sabiendo y deduciendo que las tecnologías nos están absorbiendo progresivamente y de forma sistemática, anulando el recuerdo de una vida anterior en la que no estaban presentes. ¿A dónde vamos? ¿Cuánto tardaremos en llegar? ¿Puede ser que ya nos encontremos allí? No hace falta ser notablemente futuristas para percatarnos de que respiramos las nuevas tecnologías por todas partes, sufriendo el adoctrinamiento de estas periódicamente.

¿Esto es lo que queremos? ¿Estamos satisfechos con la adicción y sus incontestables consecuencias negativas? ¿Cómo combatimos semejante problemática sin sufrir lo que conlleva la abstinencia? Por desgracia no hay buenas, nuevas, tranquilizadoras o apaciguadoras, todo a punta que nos enfrentamos a un rival que nos hará ceder una y otra vez, desmotivándonos si no accedemos a lo que nos sugiere.

Es una pena pero, ¿acaso hay alguna salida factible? Estamos necesitados de una opción que nos satisfaga, pero no hay consuelo alguno porque no la hallamos por ninguna parte. “No podemos hacer nada” es una frase difícil de digerir, asimilar y aceptar. No obstante, hasta nuevo aviso no hay alternativa capaz de contraponerse o enfrentarse a la adicción cibernética.


sábado, 21 de abril de 2018

Makey Makey

Siguiendo con el taller de investigación sobre el género, esta semana hemos presentado nuestros artefactos, en los que llevamos trabajando varias semanas.


Para su realización hemos hecho uso del “Makey Makey”, una placa similar al mando de una videoconsola que simula ser un teclado o ratón, lo que permite enviar órdenes al ordenador al que se encuentra conectado.




¿Cómo funciona? Muy sencillo, únicamente hay que conectarlo a un puerto usb y poner en contacto las pinzas de las que dispone a cualquier material que transmita un mínimo de electricidad.


Sin embargo, la complejidad de éste, se haya en el diseño y programación de la actividad, pues se necesita de mucha imaginación y creatividad. No obstante, existe un programa llamado Scratch , que permite acceder a multitud de actividades y moldearlas a tu gusto, y a los conocimientos e ideas que quieras transmitir.


El proceso de elaboración fue bastante frustrante. Al inicio, nuestro equipo estuvo muy bloqueado; a pesar de tener infinidad de ideas en relación al género y a la educación infantil, no sabíamos cómo trasladarlas al Scratch. En las últimas sesiones se nos encendió la bombilla y comenzamos a confeccionar nuestro proyecto.


El juego estaba inspirado en el famoso “Blocks Breaker”, del que seguramente habréis oído hablar alguna vez. Por si Acaso, os adjunto una foto:

Como podéis ver, el objetivo del mismo era derribar mediante la pelota los distintos bloques, con los que quisimos representar los diferentes obstáculos a los que se debe enfrentar una mujer en la sociedad: machismo, patriarcado, brecha salarial, etc. Para ello tenían que usar determinadas partes del cuerpo, especialmente las manos, la nariz y los pies.


Posteriormente, y con el apoyo de un dibujo, elaboramos un discurso.

Decidimos hacer un cuerpo con un rostro desfigurado, rescatando el cubismo de Picasso, para mostrar que podía ser una mujer, un hombre o lo que nosotros quisiéramos. Cada una de las partes que lo conformaba no estaban puestas al azar, sino que tenían un significado especial. Empezando desde abajo teníamos:


  • Los engranajes: representaban que todo lo que había plasmado en el dibujo estaba unido.
  • Las cadenas: Las cadenas nos impiden avanzar. Debemos romper con todo aquello impuesto por la sociedad a través de la fuerza de la educación, es decir, terminar con el patriarcado, los prejuicios, la discriminación, el rechazo, etc. Cuando conseguimos la fuerza necesaria y rompemos con todo lo que nos ata, logramos ser felices, libres y dejar atrás la esclavitud y la desesperación que generan.
  • El símbolo del género: lo considerado masculino y femenino es una construcción social. La sociedad limita a los hombres a expresar su feminidad, y esto les impide mostrarse como verdaderos humanos, convirtiéndolo en el equivalente de su cuerpo. A las mujeres, por su parte, se les considera más un ser emocional, que debe limitarse al cuidado y al bienestar físico y afectivo, restringiéndoles la manifestación de todas sus capacidades.
  • Bandera LBTQ: la identidad es lo que tú sientes, no viene determinado por los órganos sexuales. Asimismo, la orientación sexual no está marcada por el sexo con el que nacemos y deberíamos poder tener la libertad de elegir de quien nos enamoramos y quién queremos ser, sin preocuparnos de lo que piense nuestro alrededor. El amor no tiene edad, sexo ni género. Además, debemos transmitir esta idea desde edades tempranas, para que este colectivo no sufra ningún tipo de discriminación.
  • Piezas de puzzle: somos un conjunto de todo lo que nos rodea (emociones, personas, vivencias, educación recibida). Sin todas ellas no podríamos llegar a ser lo que somos hoy en día. A su vez, si se nos educa a todos igual, sin tener en cuenta que cada uno tiene sus propias características, podríamos estar ocultando nuestra identidad simplemente por ser aceptado socialmente.
  • Los órganos y hueso: todos por dentro somos iguales, pero somos nosotros y los prejuicios los que hacemos que no nos veamos de la misma manera.  Somos personas de carne y hueso, pero existen ocasiones en las que tenemos que mostrarnos como si fuésemos de hierro.Muchas veces no podemos mostrarnos como somos, porque así dejamos al descubierto nuestras “debilidades” y la presión cultural ejercida por la sociedad puede utilizarlas para atacarnos y  producirnos heridas difíciles de sanar. Por eso hemos querido representar una cicatriz curada porque debemos visibilizar las cicatrices como símbolo de fortaleza, ya que es parte de nuestra vida.
  • El dinero: representa la brecha salarial, en la que las mujeres ganan menos que los hombres, a pesar de realizar el mismo trabajo y esfuerzo.
  • Mariposa: está relacionada con la película de Laurence Anyways. Es el símbolo de la transformación y representa los cambios y la evolución que experimentó el protagonista, hasta llegar a ser quien quería ser realmente.
  • Las alas: representan la libertad que nos brinda la ruptura de las cadenas, la transformación de la mariposa y la cura de las heridas.
  • Venda en los ojos: la relacionamos con la estatua de la dama de la justicia, de la cual rescatamos la balanza de la equidad y el reparto justo; que todos tengamos el mismo sueldo, las mismas oportunidades, los mismos derechos, etc. Por otro lado,  La venda en los ojos representa que la justicia es imparcial en sus decisiones, que es igual para todos, estamos atrapados en los prejuicios y que nos impide ver más allá. Por eso tendríamos que liberarnos de ella.
  • Pendrive en el cerebro: representa la tecnología, con la que convivimos actualmente y la podemos utilizar a nuestro favor para enseñar a los niños y niñas a analizar la cultura visual que se les transmite y a ser críticos con ella. Debemos enseñar al alumnado a hacer un uso responsable de la tecnología.


El día de la presentación fue muy divertido, pudimos ver como nuestro artefacto gustó y los compañeros y compañeras se implicaron y quisieron probarlo.


Los demás grupos también realizaron grandes proyectos, a través de los cuáles nos percatamos de los prejuicios que hay en la sociedad respecto a los docentes hombres. A continuación os muestro algunas fotos de la sesión.

Personalmente, estas tipo de clases son las que más me gustan, ya que se salen de lo convencional y nos permiten echar a volar nuestra imaginación, además de pasar un gran rato.

E-PORTFOLIO

¡ Hola chicxs! Comienzo a escribir esta entrada con un sabor agridulce. Se acaba este segundo año de carrera, y con él, mi andadura por...